En cualquier estado emocional en el que te encuentres ahora, no puede
ser para siempre. Tú puedes, sin ayuda de nadie, moverte al estado deseado,
pues no te sientas condenad@ por algo o por alguien a que tengas que seguir así,
si no te gusta.
¿Te gustaría vivir con alguien que no quieres?, entonces, si no te gusta
el estado en el que estás, ¿Por qué sigues ahí? Muévete, no eres un árbol. Pues
se nos dio la libertad de elegir, psicológicamente, en dónde queremos estar. Plantéate
la posibilidad ahora mismo de que si cierras los ojos, puedes ir psicológicamente
a cualquier lugar a ocupar un estado (emocional) que más te guste y en el que vas
a llegar primero en la imaginación y luego en la carne.
No te condenes por la situación que estás experimentando actualmente,
pues tú, voluntaria o involuntariamente ocupaste ese estado. ¿Sabes por qué
pasa esto? Porque de pronto nos olvidamos de quienes somos. Yo soy José Luis,
pero antes de mi nombre, hay Yo soy. No necesito nombre para sentir que Yo soy,
y si ahora mismo quiero cambiar algo que no me gusta, entonces puedo decir que Yo Soy mi propia y maravillosa imaginación
humana.
Yo, en mi imaginación puedo
ir a cualquier parte y como dijo Neville
“nadie mirándote físicamente puede decir dónde te has movido mentalmente”. Él
nos dejó una perfecta técnica con la que podemos tener la vida que soñamos, por
eso te digo, si no te gusta en dónde estás, muévete. Tenemos todo para hacerlo,
simplemente cerrando los ojos y habitar mentalmente el estado deseado.
Ahora, al ocupar psicológicamente el estado deseado, dale todos los
matices de la realidad que quieras. Cuando estés creando esa escena imaginaria,
lleva a alguien que sabes que le daría mucho gusto verte en ese estado y que
sabes que se alegraría porque tú has logrado eso que alguna vez deseaste ¿Qué
te estaría diciendo? ¿Te abrazaría? ¿Te daría la mano? y tú, ¿Cómo te sentirías
si todo eso que está pasando en tu imaginación fuera cierto? En el momento que
seas consciente de ese sentimiento, entonces habrás plantado la semilla y
pronto cosecharás eso que has imaginado, porque ahí donde estas con la
imaginación, ahí estarás en la carne. Te lo aseguro.
Bendiciones!
José Luis.